El Biess apunta a la vivienda popular

Las discusiones para ampliar el mercado del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) comienzan a dar resultados. La entidad tiene listo un programa para viviendas populares de hasta 30.000 dólares.
La propuesta, liderada por el presidente del Directorio del Banco, Fernando Cordero, está basada en estadísticas del IESS. Según esa información, 2,08 millones de afiliados tienen ingresos menores a 900 dólares, es decir el 82,6% del total de aportantes. Para ellos es el proyecto inmobiliario.
Cordero aseguró que el segmento en estudio podría destinar entre el 25 y 35% de su ingreso declarado para el pago de la vivienda. Si no tienen otras deudas en el sistema financiero, los interesados serían sujetos de crédito especial y subsidiado. Dependiendo del caso, los afiliados calificarían al bono de la vivienda, que va de 2.000 a 6.000 dólares.
El funcionario aclaró que las dos figuras no podrán utilizarse juntas. Es decir, un aportante no podrá tener un crédito subsidiado y recibir el bono. Esa alternativa estaría abierta únicamente a quienes no están cubiertos por el Seguro Social.
Los no afiliados al IESS, dice la propuesta, tendrían crédito subsidiado al 6% anual. El préstamo sería administrado por una mutualista privada.
Los plazos de pago de la casa también serán revisados. Según el director del Biess, Omar Serrano, el directorio decidió priorizar la inversión en vivienda social. Una de las herramientas en estudio es extender el plazo del préstamo hipotecario hasta 30 años.
El proyecto establece plazos de 10, 15, 20, 25 y 30 años. Los montos serían de 15.000, 20.000, 25.000, 28.000 y 30.000 dólares y la cuota mínima mensual bordearía los 107 dólares.
En su cuenta de Twitter, el viernes Cordero presentó un documento con «todos los bienes (del IESS) no institucionales, o comprometidos para instalaciones de salud, para la realización de programas habitacionales de diferentes estratos económicos». El propósito, señaló, es evitar que los planes de vivienda se intensifiquen en ciudades de mayor población.
El resto de propuestas urbanísticas, detallan las autoridades, estarían a cargo de empresas privadas. Si la construcción de casas económicas no es de interés de los empresarios, se crearán unidades ejecutoras en la entidad financiera.
Cordero explicó, además, que el banco de los afiliados ya inició procesos para la construcción de 300 domicilios populares en Guayaquil. Cada casa tendrá 65 metros cuadrados con una proyección para segundo piso. Al momento, la institución está negociando la reducción de honorarios de los constructores en al menos 400.000 dólares. Así se podrá cubrir el costo del conjunto.
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