El Mejor Profesor de la Espol 2013

Expreso
Caminando por los pasillos de la facultad con su mochila al hombro, ropa de estilo casual y el aire juvenil de sus 36 años, podría pasar por un estudiante politécnico más. Sin embargo, a pesar de ‘competir’ con cerca de mil colegas de esa institución, entre ellos sus propios exmaestros, se trata del Mejor Profesor de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), de este año.
Xavier Ochoa Chehab dice que se siente honrado, pero que no se considera como tal. Y que conoce a muchos docentes de la institución que pudieron haber recibido esa distinción.
Antes de conversar con este Diario sobre su designación, debe dictar su clase de Aplicaciones Multimedia Interactivas.
Es una materia para estudiantes próximos a graduarse. Lo más seguro es que le corresponda dirigir sus trabajos de titulación, como parte de su labor docente. Aunque el mayor porcentaje de su tiempo lo dedica a la investigación y desarrollo de proyectos en el Centro de Tecnologías de Información.
Son cerca de las 15:00 y el calor de la tarde o el tiempo que ya llevan en la facultad afecta el ánimo de los estudiantes. Y el anuncio de que la clase tratará sobre el análisis e identificación de problemas, no parece ser algo que los entusiasme inicialmente.
Ochoa recurre a dos temas muy cercanos a los jóvenes: el del transporte hacia y desde la Espol y el sistema automatizado de registros (matrícula).
Entonces los alumnos se activan y empiezan a aportar múltiples causas y efectos de ambos casos. El maestro va elaborando en la pizarra un ‘árbol de problemas’. La clase fluye y mantiene ese tono de diálogo sostenido hasta el final.
«No creo ser el mejor profesor de Espol», dice a EXPRESO, ya en su oficina de la Facultad de Ingeniería en Electricidad y Computación (FIEC).
Lo que sí reivindica es su esfuerzo por ser un buen profesor y la pasión por lo que enseña, las aplicaciones multimedia. Y su afán de convertirse en uno de aquellos maestros que «inspiran» a sus alumnos.
De esos que dice haber tenido en la Espol y en las universidades europeas donde cursó su maestría y doctorado. Que hacen que los estudiantes se digan «yo quiero ser como él».
Entre los primeros cita al rector de Espol, Sergio Flores, su maestro en su época estudiantil. «Es una persona que siempre está al día en la tecnología».
También al catedrático de Física, Florencio Pinela. «Es un profesor que le pone a su materia una pasión que desborda».
A Jacques Tiberghien, un catedrático en Bélgica protagonista de los cambios e innovaciones tecnológicas del momento, que les contaba esas experiencias de primera mano.
Reconoce que a veces este tipo de profesores no son necesariamente los mejores en pedagogía, pero son quienes motivan con su ejemplo.
Y eso es lo que él procura: estar al día en su campo, investigar y producir conocimiento, para mostrarles a sus alumnos lo que se puede hacer y motivarlos a que lo hagan.
Lo corrobora Miguel Yapur, decano de la FIEC. Reseña que este siempre está actualizándose, desarrolla proyectos, escribe artículos de investigación para revistas científicas y asiste frecuentemente a eventos académicos internacionales.
Ochoa, quien comenzó como ayudante de cátedra y tras graduarse fue invitado a dictar una materia en la facultad, tiene una visión amplia de lo que es un maestro universitario.
Considera que es una tarea que se sostiene en un trípode de docencia, investigación y extensión. Y que está incompleta si falta una pieza del triángulo.
De allí que su meta sea convertir la investigación en tecnología educativa de la Espol, en un referente internacional.
Y que su trabajo y los resultados inspiren a sus alumnos.
Nelson Tubay Bermúdez – tubayn@granasa.com.ec – Guayaquil