Los médicos tienen listas 5.000 renuncias

La bola de nieve que inició la protesta de los médicos contra la penalización de la mala práctica profesional llegó a su clímax. El gremio anunció que cerca de 5.000 galenos se sumarán a la renuncia planteada, la semana pasada, por los médicos del Hospital Pablo Arturo Suárez, en Quito.
Durante la tarde de ayer, la Federación Médica Ecuatoriana reunió a sus miembros para discutir los caminos a seguir. La decisión fue que toda la plantilla de médicos del sector público deje su cargo, una vez que entre en vigencia el nuevo Código Penal.
En la cita se acordó, además, que el personal de los hospitales de la Policía Nacional no sea parte de la medida. La mayoría tiene un cargo en la institución uniformada. Eso generaría, dijo Juan Barriga, médico de la Pablo Arturo Suárez, un conflicto entre los uniformados.
Quienes sí entregarían sus renuncias son los integrantes del hospital de niños Baca Ortiz. Ayer, los galenos colgaron sus mandiles en los exteriores del lugar como muestra de rechazo al artículo 146 del Código Integral Penal.
Francisco Barriga, uno de los manifestantes, explicó que el acto fue un pedido de prudencia a los asambleístas y al presidente Rafael Correa. Para él y sus compañeros, la penalización con cárcel de la mala práctica profesional debe ser cuidadosa y específica.
Barriga también aclaró que ninguna manifestación incluirá el cese de actividades. En la casa de salud infantil la atención, ayer, fue normal. Las labores no se detendrán, pese a la preocupación del personal por la demanda que tiene el hospital. Al año, el Baca Ortiz tiene 151.872 consultas en 29 especialidades y 13.056 cirugías en 11 ramas concretas.
Tampoco habrá paralizaciones en la Maternidad Isidro Ayora. Aunque el personal rechaza la posibilidad de cárcel por un error médico, sus labores son normales. Mediante comunicado, los médicos del hospital quiteño anunciaron que adoptarán cualquier decisión de la Federación. Ese gesto de unidad también se repitió en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Los galenos del Centro de Atención Ambulatorio central de la entidad anunciaron que también presentarán su renuncia.
El viernes, los miembros del Hospital Eugenio Espejo de Quito también anunciaron su salida masiva. Ellos denunciaron, de paso, malas condiciones para trabajar. Hay problemas, aseguran, en la entrega de insumos, equipos y en el estado de las instalaciones.
Pero las protestas no son solo en Quito. La mañana de ayer, el Colegio de Médicos de Cotopaxi anunció su respaldo a las decisiones adoptadas en el hospital Pablo Arturo Suárez.
Una postura similar se tomaría en Manabí. Durante la tarde de ayer, los médicos de la provincia discutieron alternativas de protesta. Hasta el cierre de esta edición, no hubo una postura oficial.
Incluso la academia se sumó a la ola. Las autoridades de la Facultad de Medicina de la Universidad Central expresaron su preocupación por la falta de un análisis técnico en las sanciones del Código, en un comunicado de prensa.
Fuente: Expreso