Mauricio Rodas habla sobre su compromiso con Quito
Plan V
REDACCIÓN PLAN V
¿Esta consciente de que mucha de su votación es contra Augusto Barrera?
Sí, por supuesto. Y eso me parece normal en un proceso electoral. Hay mucha gente que lo que quiere es un cambio, una visión fresca, moderna y de futuro. Y esa gente estará por nuestras propuestas, habrá otros que simplemente estarán hartos de una mala administración, y eso es legítimo en un proceso democrático. Estoy plenamente consciente de eso.
¿Cuáles son los desafíos de los primeros 100 días de su gestión?
Primero garantizar una transición ordenada eso es fundamental. Uno de los grandes defectos de la actual administración es que durante dos años no hicieron nada porque no manejaron una transición ordenada, se paralizó el Municipio. Eso es un gravísimo error, lo primero de que me voy a preocupar es de que las cosas sigan funcionando y que empecemos a aplicar las reformas que se requieren. Debemos hacer más eficiente el trabajo municipal. Tenemos que simplificar trámites municipales que son una pesadilla, son tan complicados que están desalentando actividades productivas, y que hacen la vida imposible a los quiteños. El reto inicial será manejar una transición ordenada, de modo que las obras continúen; pero aplicar al mismo tiempo la reingeniería en trámites municipales, de tal manera de volver más eficiente su servicio. Desde el principio me voy a enfocar en cambiar la visión del Municipio. Dejar atrás lo que ocurre actualmente, este enfoque de castigo, sanción, asfixia con más impuestos, con multas exageradas y emprender un enfoque de servicio de apoyo de colaboración, de contribuir a que la gente crezca y progrese, ayudándolos y no haciéndoles la vida imposible.
¿Ese es el reclamo más fuerte de los quiteños en la calle?
Al inicio de la campaña todos pensaban que los temas eran seguridad y movilidad. Y punto. Y sí son temas gravísimos y son grandes reclamos de los ciudadanos pero no eran los únicos, a diferencia de lo que muchos pensaban. Creo que existía por debajo un profundo malestar con respecto a cosas que son de fondo y que tienen que ver con el enfoque de la gestión. Uno de los aciertos de la campaña fue detectar eso y hablar de eso. Poner ese tema en la agenda. No fue producto de una encuesta.
¿Es decir que su candidatura ha conversado con la gente?
Yo estuve recorriendo la ciudad 10 horas al día desde el mes de octubre, todos los días. Hablando con la gente y, creéme de verdad, hacía las encuestas y decían movilidad y seguridad. Pero me daba cuenta de que a donde iba me decían ya no más impuestos, las multas, los trámites… Es un reclamo con respecto al enfoque de una administración y el clamor porque se cambie eso hacia un enfoque de servicio.
Uno de los elementos que se ha reclamado de Barrera es su aislamiento de la gente. ¿Usted cómo va a evitar eso?
En el caso del Alcalde saliente, también hay un error adicional, es que tiene una visión aislada, una visión de la Alcaldía de sabelotodo y todopoderosa. Cuando una persona tiene ese tipo de visión no escucha, porque cree que no es importante escuchar, no fomenta la cooperación con otros sectores, porque no lo cree importante. Nosotros hemos empezado el proceso al revés, hemos empezado por escuchar, eso de detectar el clamor con respecto a las sanciones es por escuchar. Hicimos un proceso de socialización muy amplio. En diciembre nos daban palo porque decían que Rodas no tiene propuestas. Estábamos socializando el plan de trabajo, nos reuníamos con pequeños comerciantes con artesanos, transportistas, dirigentes barriales, las ligas deportivas. Entendiendo su problemática e incorporando sus ideas y sus propuestas a nuestro plan. Empezamos por escuchar y vamos a continuar. Vamos a crear cabildos barriales como un mecanismo institucional de comunicación con los barrios, vamos a fomentar las alianzas público-privadas, hay una buena ordenanza para aplicarlas, pero el Alcalde saliente no cree en eso, por ello no las aplicó, sino con un par de excepciones. Hay que aprovechar este esquema y estimularlo. Hay que fomentar una mayor partición en conjunto con ONG, fundaciones con las universidades. Partiendo del convencimiento de que es importante, fomentar coparticipación con la sociedad civil.
Es la participación ciudadana. Una paradoja en un gobierno de una revolución ciudadana…
Que ha sido todo lo contrario. Ha sido aislado de la gente.
El presidente Correa ha sido bastante duro con usted. En la carta que envió a sus bases habla de que éste puede ser inicio de la caída de la revolución ciudadana. ¿Usted qué dice?
Nosotros no pretendemos eso de ninguna manera. Respecto a las acusaciones de inestabilidad democrática eso evidentemente no tiene sustento. Por el contrario, estamos enfrentando una maquinaria de poder que nunca se había visto en el país. Una maquinaria de activación electoral –que incluye al Presidente, el exVicepresidente– de todos los ministros en campaña, del director de SRI, los medios de comunicación públicos que se han convertido en órganos de publicidad de la campaña de Barrera. El enfrentar una maquinaria de esa magnitud y que estén prevaleciendo el honor, la dignidad, la fe, la esperanza, los sueños de los quiteños por vivir mejor, es más bien la máxima expresión de democracia. Lo que ocurre en Quito es una extraordinaria expresión de democracia, de voluntad de los quiteños por mejorar su calidad de vida y demostrarlo en las urnas. Aquí estamos consolidando la democracia en la ciudad. Yo, como Alcalde de Quito, voy a respetar la democracia y es más, he señalado mi disposición a coordinar el trabajo con el Presidente. Y no sólo con el Presidente, con la Asamblea Nacional, con la Prefectura de Pichincha, con la Policía. Coordinar con todas las autoridades con las que deba trabajar por el progreso y bienestar de los quiteños.
Correa dijo que el proyecto del Metro tendría dificultades con personas como usted porque los aportantes valoran el trabajo en conjunto. ¿Es una especie de chantaje?
Es una declaración que se realiza al calor de una campaña electoral en la cual la otra candidatura estaba desesperada frente a una inminente derrota. Aspiro a que, más bien, podamos establecer caminos de cooperación en aras del bienestar de los quiteños. No hay ninguna razón para que las obras que están en marcha se detengan, por el contrario yo mismo estoy ratificando una transición ordenada y la continuidad de las acciones que se encuentran en marcha. No debe haber ningún temor al respecto.
El Presidente y el cargamontón gubernamental dicen que Rodas plantea una ciudad de pesadilla, frente a una ciudad maravillosa que ha ganado premios y que vive en un estado de superación. ¿Cuál es la respuesta?
El pensar que Quito está mejor que nunca, como dicen las vallas del Municipio, es reflejar una absoluta desconexión con lo que piensan los ciudadanos. Claramente se demuestra que los quiteños y Quito merecemos más, que no nos podemos conformar con lo que tenemos y que sí podemos vivir mejor.
Un error de Barrera es que los habitantes no veían físicamente obra importante. ¿Pero con usted qué va a poder ver el quiteño?
El cambio más importante es que usted no va a ver el cemento, sino la gente. Nuestra propuesta de reducir impuestos y multas tiene que ver con mejorar la calidad de vida de la gente y eso va a aliviar el bolsillo de los ciudadanos. Establecer políticas para mejorar la competitividad de la ciudad, por cierto la reducción de impuestos contribuye con ese objetivo. Quito hoy paga seis veces más impuestos que Guayaquil y Cuenca. Eso le resta competitividad a la ciudad y sangra a los quiteños. Trámites más sencillos para establecer un nuevo negocio, eso tiene que ver con mejorar la calidad de vida de las personas. Y ese es un tema ignorado en la actual Alcaldía. Se verán obras físicas, y nosotros vamos a iniciar la principal obra del metro que es el túnel por donde circularán los vagones. Esa, que es la obra principal del metro, ni siquiera se ha licitado. Vamos a concluir la Ruta Viva que lleva un retraso por la ineficiencia municipal. Aparte de eso vamos a impulsar lo que hemos expuesto en reingeniería vial, las obras de transporte público, metrocables. El tren de cercanías para unir la ciudad con los valles. No sólo obra física, sino también Empleo Joven, empleo digno para los adultos mayores
Los planes siempre aterrizan en los funcionarios en la gestión y ejecución. ¿Cómo garantizar una gestión eficiente?
Yo quiero garantizar una transición ordenada, no vamos a hacer un borrón y cuenta nueva, como la vieja política, eso es irresponsable. Vamos a continuar las acciones que están en marcha, vamos a incrementar la eficiencia municipal. He garantizado la estabilidad de los funcionarios municipales. Me he reunido con muchos de ellos y hay una gigantesca demanda, un reclamo profundo por el maltrato que han recibido en la actual Alcaldía. Los municipales tienen que ser los primeros motivados, que sientan apoyo para que brinden un servicio de excelencia a los quiteños.
¿Esa cantidad de multas, el exprimir a los quiteños, no es para financiar a ese montón de gente que está en el Municipio?
El presupuesto del Municipio de Quito es 1131 millones de dólares. Más que nunca antes en la historia de esta ciudad. Es el Alcalde que más dinero ha tenido. Si analizamos cómo ha manejado ese presupuesto, vemos que es perfectamente factible reducir impuestos y multas. Un ejemplo concreto: vamos a reducir el impuesto predial y la patente hasta en un 30% para clases populares y clase media. Hemos sumado lo que dejaremos de recibir por ese descuento tributario y la afectación al presupuesto será de menos del uno por ciento, es una afectación mínima y fácilmente compensable. ¿Cómo? Gastando menos. Vamos a reducir el gasto de comunicación y publicidad. No lo vamos a eliminar, nos vamos a quedar con la comunicación que sí informa, que sí orienta al ciudadano. Por ejemplo sobre cómo aprovechar los programas municipales. La que vamos a eliminar es la publicidad electorera, la que es personal, que de forma antiética venía utilizando el Alcalde saliente. Ahí podremos reducir de manera importante el gasto. El gasto en vehículos de lujo, en viajes, en viáticos, en un montón de gastos administrativos que se pueden reducir, sin afectar la estabilidad laboral de los funcionarios. Quizás sólo con esto ya hayamos compensado la reducción de impuestos. Pero si eso fuera poco, adicionalmente, vamos a fomentar la competitividad, con reducción de impuestos, simplificación de trámites, reglas claras, seguridad jurídica, estimular nuevos emprendimientos. Todo eso va a generar más inversión, nuevos negocios, mayor generación de riqueza y empleo… y a la larga más recaudación. Compensaremos con creces ese pequeño hueco presupuestario y contaremos con los recursos necesarios para todas las obras y los proyectos que hemos presentado a la ciudad. Muchas ciudades del mundo aplican reducciones de impuestos como estímulo a la competitividad, y es beneficioso en términos presupuestarios y mejora la calidad de vida de las personas.
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