Real Madrid encontró sensaciones perdidas

ABC
Más allá del resultado, corto para lo que mereció, el Real Madridencontró sensaciones perdidas, un amago de estilo, un dibujo y, sobre todo, un buen fútbol, asunto meritorio viendo que enfrente estaba un equipo excelente, un Málaga que demostró estar bien colocado, firme, ordenado y también con un buen fútbol a la hora de tratar el balón. [Narración y estadísticas.
Desde el 4-3-3, el Madrid realizó uno de sus partidos más completos, puede que el que más, con mucha actitud, presión (hizo Morata en este aspecto mucho más que Benzema en casi toda la temporada) y una velocidad endiablada en todos los lances.
Esta vez el Madrid supo a qué jugar, fundamentalmente por el costado derecho, que fue un huracán con excelentes llegadas de Carvajal y Di María. El Málaga, meritorio en su intento de sacar siempre el balón jugado, se fue ahogando poco a poco ante el vendaval presionante del Madrid, un tifón que empezaba en un hambriendo Morata y seguía en toda la segunda línea de llegada.
El Madrid jugó como equipo mucho más que lo había hecho en estos encuentros pasados. El Málaga lo intentó al principio, intentando doblar a los laterales blancos buscándoles las espaldas, pero pronto tuvo que abandonar el plan porque dejó de tener el balón. Los blancos se les echaron encima casi con desesperación y las líneas andaluzas se fueron diluyendo, cada vez más pegada la medular a la defensa, sin opciones para sacar el balón a la contra porque el Real acababa casi todas las jugadas.
Eso sí, no las acabó con acierto. Entre Willy, excelente, y los errores de los blancos en los últimos metros, el Madrid se fue al descanso de vacío en botín, pero lleno de pinceladas de buen fútbol.
Providencial Willy
El Madrid no mató el partido con una goleada por el partidazo del argentino
Como era de esperar cuando se juega bien al fútbol, el gol acabó por llegar. Fue en una lance inesperado. La puso Di María, no llegó CR a peinarla y el gesto despistó a Willy, que no pudo atrapar un balón que se coló junto al palo derecho. Lo bueno fue que el encuentro no decayó. Gran mérito de los de Schuster, que siguieron dando la cara, eso sí, la que le dejó el Madrid, que fue poca porque todo fue blanco. No dejaban respirar a los malacitanos con una actitud encomiable, mordiendo las canillas de los andaluces, que no podían dar tres pases seguidos.
Un partido excelente con todo, mucho más cuando el Málaga no se rindió. Schuster maniobró para arriba en vez de para abajo y arriesgó con defensa de tres. El encuentro se enriqueció aún más porque las contras del Madrid estaban llenas de explosión, pero seguía perdonando (falló una Cristiano de no creer), mientras que el Málaga decidía morir de pie y no vivir de rodillas, que es lo más bello que hay.
Hay que decirlo con rapidez: el Madrid no mató el partido con una goleada escandalosa por el partidazo de Willy, que fue espectacular con paradas de todo tipo y color. No evitó la derrota, pero salió como el verdadero héroe del partido aunque recibiera el segundo en un penalti más que dudoso de Welington sobre Bale. Esta vez Cristiano no falló y cerró un choque realmente bueno.