Rescatan a 17 personas en una clínica ilegal
Siete detenidos y diecisiete personas rescatadas fue el resultado del operativo de clausura de una clínica de rehabilitación clandestina, ubicada en el norte de Quito.
La acción se cumplió entre las 04:00 y las 11:00, en el sector de la Pisulí. Hasta ese lugar llegó el fiscal Fabián Salazar acompañado por agentes de la Policía y funcionarios del Ministerio del Interior.
Un cerramiento de bloque, con la leyenda «Unión y Esperanza, alcoholismo y drogadicción», rodeaba un edificio de tres pisos, color blanco y con ventanales azules. Adentro, en condiciones infrahumanas, estaban entre 15 y 20 personas, dijo el fiscal; 17 fueron rescatadas y quedaron a cargo del Ministerio de Salud. Ellos habían sido llevados hasta la supuesta clínica, en algunos casos por familiares que buscaban su rehabilitación y que pagaban 150 dólares mensuales.
La clínica clandestina fue allanada por denuncias de «violación de derechos humanos», explicó Salazar. Reveló que los pacientes «han sido torturados y vejados». La mayoría de ellos permanecían encerrados en contra de su voluntad.
Uno de los rescatados es menor de edad. Él reveló a la Fiscalía que fue torturado con electricidad para sanar su problema de comportamiento. Cerca del centro existe un camal clandestino en donde se faenaban cerdos. Las víctimas, al parecer, eran obligadas a trabajar allí.
Durante el operativo, los uniformados encontraron las listas de los internos, sueros, medicamentos, celulares, computadoras, chalecos antibalas y títulos de propiedad.
Pero no fue todo. Cartillas de cobro y listados de deudores que también se hallaron hicieron presumir un posible caso de usura. Eso se indagará.
Personal del Ministerio de Salud trasladó a las personas rescatadas a centros de asistencia. Los detenidos fueron llevados a la Unidad de Flagrancia para la formulación de cargos, prevista para la tarde de ayer.
David Romo. En su cuenta Twitter la Fiscalía reveló que se «presume que en esta clínica clandestina habría estado internado el joven David Romo». El estudiante de Comunicación Social desapareció el pasado 16 de mayo. El fiscal Salazar, sin embargo, dijo que eso aún no se ha logrado comprobar.
Alexandra Córdova, madre de David, fue ayer por la tarde a buscar información con Jenny Morales, la fiscal del caso.
Ella se enteró de la versión de uno de los pacientes de la clínica que involucraría a su hijo. «No puedo creer eso, mi hijo no sufría de ninguna enfermedad», dijo.
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